VERÓNICA YATTAH
Residencias espontáneas / 2025, mayo

Bio
Nació en la Ciudad de Buenos Aires, en 1987.
Participó en los talleres de poesía de Enrique Solinas y Osvaldo Bossi.
Estudió en la UBA y se recibió de licenciada y profesora en Letras.
Publicó los libros Ella salta la espuma de las olas, Allá es mañana, Los perros también se van, Piedra grande sin labrar, La primera noche del fantasma, entrevista a Gabo Ferro y La barra. Integra varias antologías, entre ellas Poetas argentinas 1981-2000 (del Dock). Escribió el prólogo de la edición argentina de Mi madre ríe, de Chantal Akerman (Zindo & Gafuri).
Coordina los talleres grupales de lectura y escritura «Fijar lo errante, desatar lo fijo»; es docente en el Taller de Poesía 1 (cátedra Alicia Genovese, UNA) y editora en la Unidad de Producción Audiovisual del Ministerio de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires.
Realizó -con Gabriela Borrelli y Juan Fernando García- el ciclo La vuelta entera en Casa Brandon. Con Javier Roldán trabajó en la producción de un homenaje a María Elena Walsh en el festival Poesía Ya! (Centro Cultural Kirchner).
Desde 2012 dirige de manera autogestiva Sigamos Tramando, blog de conversaciones con poetas y artistas -a partir de 2019 son experiencias colectivas, integradas a sus talleres de poesía-.
Realizó colaboraciones para muestras de artes plásticas en Argentina y Brasil.
Proyecto
Viajé con notas y poemas que venía escribiendo hacía años. Quería ver si lo que tenía eran poemas sueltos que simplemente había juntado en un archivo o si hablaban entre sí. Pude abrir esas imágenes, darles tiempo cada día, meterme en el ritmo, reescribir. Dejé ir algunos poemas y escribí otros. Armé el boceto de un libro.
Buscaba días de silencio y los encontré. Necesitaba un tiempo para escribir y caminar.
Me perdí en las calles de Rincón, conocí la casa donde vivió Beatriz Vallejos y llegué a una orilla del Ubajay. Escuché música, saqué fotos, anduve algunos ratos por la ciudad de Santa Fe. Comí. Dormí. Escribí mucho. La pilita de libros que había llevado para leer crecía con los libros que me llamaban la atención de la biblioteca de Cintia y Maxi, con otros que tomé prestados de la biblioteca popular de Arroyo Leyes y con unos más que llevaron amigas de Cintia a una juntada.
Hace años tenía la ilusión de ir a Curadora. Había visto unas fotos y sentía que había una belleza muy viva ahí: que la casa estaba metida en el verde y no al revés. Cintia, Tam y Lía: gracias por la tarde al sol y por esa lectura que compartimos en voz alta.
Lo que más me costó fue volver.
Contacto
veroyattah@gmail.com
www.sigamostramando.blogspot.com.ar
@veroyattah