CURADORA RESIDENCIA

Guilermo Córdoba / Temporada22

GUILLERMO CÓRDOBA
Temporada22 / 2022, noviembre

Bio
Nació en Deán Funes (Córdoba, Argentina), en 1982.
Es diplomado en Patrimonio Cultural y profesor de Artes Visuales. También estudió Ciencia Política y RR.II.
Realizó clínica de obra con Lucas Di Pascuale y Ana Gallardo.
Asistió al programa de formación para artistas de Crudo Galería, Taller Compartido (Rosario, 2022) y al programa de formación en Curaduría Independiente de Espacio Cripta y UNT (Tucumán, 2015).
Mostró sus trabajos en exposiciones colectivas e individuales y participó en las residencias para artistas “De lugares y no lugares” (2010) en Ciudad de las artes Córdoba, “El pasaje” (2015) en Tafí del Valle, “Yungas arte contemporáneo” (2015) en Villa Nougués y en “Curadora” (2022) en San José del Rincón.
Recibió el tercer premio en el Salón Regional de Pintura de La Rioja (2016 y 2017), mención en el Salón Nacional de Pintura de Tucumán (2015) y fue seleccionado en el Salón Nacional del Museo Bonfiglioli (2018). Obtuvo la beca bicentenario a la Formación del FNA (2016)
Durante 2016 y 2017, en La Rioja, coordinó la clínica de análisis de obra “Develar”  y organizó “MUELA residencia para artistas”. En Córdoba realizó proyectos de gestión en artes en “El Galpón de las Delicias», en 2019; y en la galería “MOVIMIENTA” durante 2018-21.
Actualmente vive en Córdoba y trabaja en el Museo Tamburini.

Proyecto
La ocupación del espacio y Dibujado para este momento.
Mi proyecto implicaba reflexionar sobre el espacio del taller y sus condiciones de portabilidad. ¿Qué formato es el adecuado para producir pinturas y dibujos, en un contexto variable, de  dispersión, de viaje, de recorrido por diferentes geografías? ¿Es el espacio un material más?  ¿Es mi archivo personal un espacio de producción? Llegué a Curadora para continuar una serie de trabajos en papel con un formato portátil que permiten un orden de lectura y visionado. Unas pinturas y dibujos que, por la naturaleza de su  formato, puedan leerse pasando las hojas como si fuera un libro o cuaderno. Intentaba vincularlas a lo  táctil, al movimiento y a cómo llenar un espacio vacío. Tratar de responder esas preguntas desde la práctica significó trabajar en blocs de papel, en bitácoras y cuadernos de trabajo que llevé conmigo a San José del Rincón, donde visualmente me centré en la transparencia, la trama, el grafismo, el color y la superposición. Utilicé tinta, acuarela, marcadores al alcohol, marcador de acuarela, microfibras de tinta pigmentada, tiza pastel y barras de óleo. En otros trabajos con papel utilicé el packaging y diseño de algunos productos locales que me llamaron la atención: calqué un papel de envoltorio de cítricos Morresi, una botella de agua Estambul y una caja de cacao El Quillá.
Pero también seguí una línea más azarosa. Con Dana salíamos diariamente a recorrer la zona, la Laguna Setubal primero, y luego las calles de arena cercanas a la casa. Dibujé sobre el camino con una corteza de eucalipto que parecía el brazo de un robot. Dana me señaló el ojo del poeta, unas florcitas en un cerco.  Con el material que recolectamos surgió otra producción. Una serie de ensambles y agrupaciones donde utilizamos restos de poda de palmera y de pinos, hojas y flores, recortes de cartón, nidos de avispas alfareras, cuero seco de culebra, alambre, lentejuelas metalizadas, pedazos de plástico con pintura reflex y otros de colores, celofán oscuro que reflejaba la luz, piedras, semillas, arena, restos de manguera flotante, aluminio, venecitas, una chapita con la palabra GALAXIA.
En una cena Maxi contó algo sobre los ríos y yo anoté la frase patrón fluvial. En las mañanas, Cintia hacía el ritual del mate. Una secuencia que incluía ponerse botas de goma, revisar y regar las plantas y la vueltita con Picante, el perro. Teníamos el hábito de compartir lecturas en voz alta.  Primero Julia y después Agustín, leyeron fragmentos de El Sentido artístico de los animales, uno de los libros que yo había llevado. Estábamos en el jardín y sobre nuestras cabezas, una nube de alguaciles volaban juntos sin dejar huella.

Contacto
guigce.cordoba@gmail.com
www.linktr.ee/Guigce
@guigce


Dana Ferrari / Temporada22

DANA FERRARI
Temporada22 / 2022, noviembre

Bio
Nació en Buenos Aires (Argentina), en 1988.
Estudió Escenografía en la Universidad Nacional de Arte (UNA) y Caracterización en el Instituto Superior de Arte Teatro Colón (ISATC), mientras asistió a talleres de realización escenográfica. Desde el 2012 participó de clínicas de análisis de obra, y fue seleccionada en los programas Beca Fondo Nacional de las Artes – CC Haroldo Conti, el Laboratorio de Cine y el Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella. Desde 2016 asiste también al taller de la artista Diana Aisenberg.
Sus principales exposiciones fueron: Diana (Isla Flotante, 2013) y El Divismo y lo Divino (Naranja Verde, 2014; Munar, 2018), ambas performance-instalación; y las muestras La Época de los Perros Flacos (Quimera, 2018) y Las Noches (Galería Grasa, 2021). Sus principales trabajos en video-performance son: Clientes, realizado junto a su hermana Ángela Ferrari y exhibido en la muestra final del Programa de Artistas UTDT (2015); Amenities, que obtuvo el 3er premio UADE y fue realizado en vivo en el CCK (2018) y en Territorio Bienal (2019). En 2020 presentó Los Mareados como instalación al aire libre en el festival ¨El Sol por Atrás¨, y la performance Se Craqueló del Espanto junto a Miguel Garutti. En 2022 participó de la exposición colectiva Terra incógnita en Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta.
Actualmente forma parte del grupo La Baranda, y desde 2014 desarrolla RICAS Estudio, proyecto comercial y colectivo artístico junto a Clara Campagnola dedicado a ambientaciones artísticas y realizaciones escenográficas.
Vive y trabaja en Buenos Aires.

Proyecto
En 2022, a raíz de la muestra Terra Incógnita, en la que participé invitada por Laura Spivak como curadora para la sala Cronopios del CC Recoleta, comencé a trabajar en una serie de esculturas tipo nido realizadas con elementos naturales como mimbre y otros ensamblados entre sí. Tras esta primera experiencia, en el marco de la residencia en Curadora quise profundizar en la realización de nuevas de estas esculturas a partir de la recolección de materiales de la naturaleza. 
La práctica durante la estadía consistió en realizar caminatas de recolección de materiales que no había usado antes. El espectro se amplió y además de elementos naturales, también elegí algunos objetos industriales pero muy intervenidos por el paso del tiempo o el atropello de la vía pública. Observaba las características de cada uno, por ejemplo la flexibilidad, durabilidad, color, textura. Con cada uno trabaje de maneras diferentes, atando, ensamblando, perforando o destiñiéndolos. A diferencia del trabajo previo, estas pruebas tienen una escala menor y fueron adoptando formas de atavíos para el cuerpo, collares, tocados, pulseras, etc.
En paralelo a esta práctica, llevé un cuaderno de acuarelas que pinto desde enero del 2020. Son patrones de líneas, círculos y flores que se van combinando entre sí para generar variables dentro de los mismos motivos. Estas pinturas complementaron el tiempo de residencia.

Contacto
danaferrari4@gmail.com 
www.dana-ferrari.com
@danusiferrari
@ricasestudio



Anahí Laurencena / Temporada21

ANAHÍ LAURENCENA
Temporada21 / 2022, septiembre

Bio
Nació en Rosario (Santa Fe, Argentina), en 1984.
Se formó en la Escuela de Bellas Artes de la UNR, es Profesora y está terminando su tesina.
Realizó clínicas con Mauro Guzmán y Pauline Fondevila y talleres con Nancy Rojas, Natacha Voliakovsky, Lucas Di Pascuale, Hernán Camoleto, Gastón Herrera, Eladia Acevedo, Thigra, entre otros.
Participó de diversas muestras en Rosario, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
Recibió una Mención en el Concurso Acción Ambiental del Ministerio de Cultura de la Nación. Quedó seleccionada para el Salón Nacional Palais de Glace, dos veces para el Salón Nacional de Santa Fe, en el Concurso de Artes Visuales del FNA, en el Premio Itaú de Artes Visuales y en el ciclo Joven y Efímero del C. C. Parque de España, Rosario.
Realizó residencias en CURADORA (Santa Fe), Semilla Salvaje y Casa 13 (Córdoba) y en la Galería Atelié 397 (Sao Paulo, Brasil).
Recibió la Beca Sostener Cultura II del FNA, dos becas de formación de la Municipalidad de Rosario y una beca grupal del FNA junto con el grupo Sub escuela.
Formó parte de SUB escuela, grupo de producción y formación en arte y conformó los proyectos musicales Guerrilla espiritual y Salchipapas.
Vive y trabaja en Rosario.

Proyecto
Llegué a CURADORA gracias al apoyo de la Secretaria de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.
Mi desembarco en la Residencia traía la intención de desarrollar el proyecto HAMBRE, pensado especialmente para realizar en San José del Rincón.
Este proyecto surge del diálogo entre los intereses de mis trabajos anteriores y algunos rasgos identitarios del lugar. San José del Rincón es una ciudad que está a orillas del río Colastiné, un brazo del Paraná. En esta ciudad vivió Saer y su libro El Entenado hace referencia a la tribu Colastiné, proponiendo una ficción donde el concepto de canibalismo puede ser pensado como metáfora de incorporación de la alteridad. Pensar en el concepto de canibalismo me recuerda, a su vez, al Manifiesto Antropófago. A las invasiones europeas, el devenir cultural de esa mezcla y el dominio que aún persiste. También a la naturaleza como identidad originaria de este continente y el capitalismo como mecanismo de vinculación con el territorio donde no se incorpora la otredad, sino que la domina y la va destruyendo de a poco.
Los devenires de estas ideas consistieron en releer El Entenado y el Manifiesto Antropófago muy cerquita del río Colastiné. Retratar y reescribir algunos textos seleccionados de estos libros con lápices de colores sobre papel. Dibujar el paisaje y su río. Trabajar con la arcilla de la costa donde ensayé cuencos, tablillas donde reescribí estos textos y retraté la forma del río. Estos objetos los bizcoché en un horno casero de carbón, que aprendimos a construirlo con un tutorial de youtube.
Algunas de estas piezas las utilicé para realizar una acción a orillas del Colastiné, donde el agua, el fuego y otra vez el agua del rio, las afectó en un acto de deglución y transformación.

Contacto
anahilaurencena@hotmail.com
www.anahilaurencena.wixsite.com/obras
@anahilaurencena/

Nicolás Sosa / Temporada21

NICOLÁS SOSA
Temporada21 / 2022, septiembre

Bio
Nació en Posadas (Misiones, Argentina), en 1989.
Es artista visual y escenógrafx.
Vivió hasta los 18 años en Posadas. En el 2008 se mudó a Córdoba donde vivió y estudió Arquitectura y Escenografía.
Se trasladó a Buenos Aires en el 2016 donde se formó, trabajó y cursó la Maestría en Artes Performáticas (U.N.A.) Actualmente se encuentra realizando su tesis: “Estrategias queer en obras performáticas argentinas”. En el 2022 regresó a vivir a Misiones para coordinar el «MUSEO DE LA TRIPLE FRONTERA» (Beca proyecto Ballena 2021, Premio IN SITU a mejor proyecto ARTE CO 2022, Fondo Gestionar Futuro 2022).
Fue seleccionado para formar parte de la clínica AB-ELE coordinado por Carla Barbero y Javier Villa. En el 2010 recibió una Beca de la U.N.C. y la Università degli Studi di Salerno con el objetivo del estudio y registro gráfico del Arte, la Arquitectura y la Historia de Italia y España. Recibió dos veces Becas del FNA, participó de residencias (Residencia Federal Sivori 2021, Residencia CURADORA 2022), muestras colectivas (Museo Sívori, Museo Anibal Cambas, Centro Cultural Recoleta, Centro Cultural España en Buenos Aires, Galería Komuna) y participó de premios nacionales (Premio Estímulo a la performance 2019, Premio Itaú 2022, Premio KLEMM 2021, Bienal de Arte Joven 2022).
Actualmente vive y trabaja en Posadas y Buenos Aires.

Proyecto
Llegué a Curadora gracias al Premio otorgado por la Bienal de Arte Joven 2021 / 2022. Para mí, la residencia se basó en hacer-cuerpo otra temporalidad y espacialidad posible para mi proceso de creación y en contemplar oficios y materiales locales, creando nuevas piezas que no estaban pensadas de antemano. Ensayé retratos de dentaduras de personas con barro (de la saga «Sólo la mejor dentadura puede extraer el veneno de la serpiente»), realicé una cabeza de lobizón hecha de barro crudo y frutos de espinillo, construí prótesis/garras de barro cocido (aprendiendo a cocer piezas en un horno de cerámica casero). Además, filmé una videoperformance llamada «La muerte del brujo ciego» relacionada con el mito guaraní del Yaguareté-Abá (hombre tigre). Territorializar mi investigación en San José del Rincón torció la mirada sobre mi propio proceso, pensando las relaciones entre mis obras de una forma más desde la deriva y el rizoma. La invención de mitologías, las estrategias queers de creación, la combinación de materiales y sus diferentes universos de sentido que venía trabajando se nutrieron y se embarraron tanto del contexto local, como de los procesos de lxs otrxs artistas.

Contacto
nicosrod@gmail.com
www.nicososa.cargo.site
@nicxsosa



Rocío Fernández Doval / Temporada20

ROCÍO FERNÁNDEZ DOVAL
Temporada20 / 2022, agosto

Bio
Nació en Paraná (Entre Ríos, Argentina), en 1991.
Estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional de Entre Ríos y, actualmente, cursa el Diplomado en Escritura Creativa de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Se desempeña como comunicadora, docente y gestora cultural.
Desde 2018 integra la Cooperativa de Trabajo Cultural Antílope. Escribe y edita en la Revista Charco.
Entre 2019 y 2022 participó del taller/clínica Toda persona es poeta, coordinado por Rocío Lanfranco. Publicó el poemario Rumi (Ana Editorial, 2020) e integra las antologías poéticas Siempre fue el río un color (Fundación La Hendija, 2020), Las cenizas llegaron a mi patio (Brumana, 2021), Entre Orillas (Editorial Municipal, 2021) y Amenaza y maravilla (Gog y Magog, 2022).
Recibió un premio en el Concurso Provincial de Poesía Juan L. Ortiz en 2019, una mención en el concurso Entre Orillas en 2021 y, en 2022, el Premio Municipal de Arte en la categoría Poema Ilustrado junto a Elina Aguilar. Fue seleccionada en la categoría Poesía en la Bienal de Buenos Aires 2021-2022 y ganó la beca de residencia Isla de Río en Curadora.
Actualmente, hace clínica de obra con José Villa.
Vive y trabaja en Paraná.

Proyecto
En el proyecto de beca me propuse continuar con una etapa de escritura que comenzó hace un tiempo –algo más de dos años–, de la que surgieron varios de los textos publicados en la antología de la Bienal de Buenos Aires, Amenaza y maravilla (Gog y Magog, 2022).
Se trataba de textos en torno a posturas de yoga, no porque haya sido alguna vez una gran yogui, sino más bien por lo contrario: porque el cuerpo, mi propio cuerpo, me ha producido siempre mucho extrañamiento. Cuando tuve contacto con el yoga, lo empecé a registrar y, tiempo después, tuve el impulso de escribirlo. Esos poemas quedaron sueltos y un poco truncos. 
Entonces, vine a Curadora con la idea de practicar asanas durante 15 días seguidos –algo que no había hecho jamás– y registrar todo. Cómo se comporta el cuerpo, qué dolores persisten y cuáles van cediendo, en qué sentido ceden o crecen, con qué memorias corporales se conectan esos dolores. También, cómo se comporta la mente, qué pensamientos aparecen, qué actividad onírica.
Escribí un diario, donde acumulé impresiones sobre la práctica de cada día; así como lecturas, observaciones del entorno, de la actividad mental, asociaciones libres, movimientos. Ese diario fue la materia prima de los poemas.
Junto a Santiago Venturini y Tatiana Cibelli leímos referencias, otras narrativas sobre el cuerpo y el movimiento, maneras de mirarlos, de decirlos. También leímos cada uno de los poemas que fueron saliendo, en voz alta. Les preguntamos cosas, vimos aparecer conexiones nuevas, que no estaban en el proyecto en un principio; por ejemplo, la infancia, la sexualidad, los padres, las represiones, la búsqueda de la espontaneidad.
De Curadora salieron 13 poemas nuevos y un proyecto de libro que, con fe, algún día encontrará su sitio.

Contacto
rofernandezdoval@gmail.com
@rofernandezdoval

Tatiana Cibelli / Temporada20

TATIANA CIBELLI
Temporada20 / 2022, agosto

Bio
Nació en Buenos Aires (Argentina), en 1993.
Es Directora de Fotografía (ENERC) y post productora audiovisual. Algunos de los trabajos audiovisuales en los que colaboró han participado de festivales en países como España, Turquía, Bolivia y Venezuela.
Participa en talleres y clínicas de escritura desde el año 2020.
En 2021 publicó su primer poemario Lo que intentamos cuidar (Litoral Dark) junto con el fanzine Qué es un hogar. En ese mismo año fue seleccionada en la categoría de Poesía de la Bienal de Arte Joven 21/22. Integró la antología Amenaza y Maravilla (Gog & Magog) lanzada en el marco de este festival.
Vive y trabaja en Buenos Aires.

Proyecto
Lleve a Curadora la idea de un proyecto híbrido entre la fotografía y la escritura. Desde hace varios años vengo recuperando y restaurando archivo familiar -diapositivas, negativos, VHS- y escribiendo a partir de lo encontrado, no sólo en términos temáticos -lo familiar, la infancia- si no también en términos de lo material: el tipo de soporte, la degradación del mismo e incluso la ausencia del archivo.
Trabajé bajo la tutoría de Santiago Venturini, poeta de Santa Fe, e intercambiando con mis compañeros de la Residencia. Me apoyé en poetas que hubiesen retratado la idea de la memoria a través de la fotografía, y también en material técnico de cuidado y restauración fotográfica.
Curadora fue el espacio perfecto para poder adentrarme en este proyecto que requería no solo concentración si no también la tranquilidad para poder conectar con la intimidad que implica trabajar con los recuerdos. El compartir con otrxs escritores y con Maxi y Cintia, artistas visuales, fue muy enriquecedor e inspirador.

Cuidar una foto

“Cada vez que se manipula un material
se ocasionan una serie de pequeños daños físicos.”
El cuidado de archivos fotográficos – Collings, T. J.

Cuidar una foto es una tarea compleja. No alcanza con la buena voluntad ni con el deseo de que duren. Es un acto de amor, de fe en el futuro, de paciencia. Significa mantenernos alejados, tocarla poco, o idealmente nada. Cuidar una foto implica mirarla el menor tiempo posible, tan solo un instante fugaz que la imprima en nuestra mente. Y devolverla rápidamente a la oscuridad seca. A partir de ahí la tarea sucede por dentro: recrearla en el proyector de nuestra imaginación, renegar un poco, sí, de la veracidad de la nueva película, pero permitirnos libertades bajo la excusa del cuidado. Aceptar que la insistencia por la verdad también produce pequeñas o enormes degradaciones.

Arqueología de lo inútil

Heredo
una caja de negativos
un rejunte de vacaciones marplatenses
un lobo marino de piedra
un castillo de arena deshaciéndose a mis pies.

Pedacitos de celuloide recortados
se desparraman por el parqué
exploro entre lo antiguo
entre las ruinas familiares
busco un amuleto que proteja.

Necesito
que esa emulsión de plata oscura
atrape para siempre a mi papá
sonriendo a cámara
con las manos desbordadas de arena
como un rayo de luz fantasma.

Contacto
tatiana.cibelli@gmail.com
@ojalaseainvierno/

Verónica Volman / Temporada20

VERÓNICA VOLMAN
Temporada20 / 2022, agosto

Bio
Nació en Buenos Aires (Argentina), en 1990.
Es abogada y escritora. También estudió un Máster en Políticas Públicas.
Hizo talleres de escritura con Laura Sbdar, Susana Szwarc, Mercedes Halfon y Romina Paula.
También hizo talleres de actuación con Claudio Mattos e Inés Efrón.
En el año 2020 ganó una mención en el concurso “Todos los tiempos el Tiempo” organizado por Fundación Proa, Fundación Bunge & Born y La Nación en la categoría “No ficción creativa”.
En 2021-20211 obtuvo un premio en la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires en la categoría relato, por su relato Link Ritual. Ahí ganó el permio de la Bienal para ir a la Residencia “Isla de Río”, en Curadora.
En 2021 publicó el fanzine “Link Shivá”, editado por Bruma Editora.
Actualmente se encuentra trabajando en una novela y en un proyecto de cruce de disciplinas.
Vive y trabaja en Buenos Aires.

Proyecto
Durante la residencia continué con un proyecto que vengo escribiendo el último año.
Se trata de una novela con formato de diario, a la que llamaría “diario imaginario”, pues los personajes, el lugar y la historia son ficcionales.
Me interesa en este proyecto trabajar el tono coloquial, económico y concreto de la primera persona – una chica que por un año va a vivir a Boston, se compra un auto usado y conoce y vincula con una señora mayor por una app.
En el proyecto, el mundo del invierno, de los autos, de los vínculos azarosos y significativos son parte de los hilos que tejen la trama.
Durante la residencia, en los encuentros con Francisco Bitar, apareció la idea de probar incluir la tercera persona para dar cuenta de información que el personaje no cuenta, y que puede darle un fondo y construir algo de su psicología, aunque no busque explicar todo. Haber estado en Curadora abrió en ese sentido esa línea de la narración, que empecé a probar.
Me sirvió mucho tener conmigo los Diarios de Katherine Mansfield, que me parecieron muy ricos en imágenes y reflexiones. A la vez, las ideas y propuestas de Francisco sobre la estructura de la novela también iluminaron mucho el proceso durante la estadía en Curadora, sumado al intercambio con Nicolás Ghigonetto, Tatiana Cibelli y Rocío Fernández Doval, los compañerxs con los que por suerte pude compartir la experiencia y la belleza del lugar.

Contacto
verovolman@gmail.com
@verovolman


Nicolás Ghigonetto / Temporada20

NICOLÁS GHIGONETTO
Temporada20 / 2022, agosto

Bio
Nació en Isla Verde (Córdoba, Argentina), en 1989.
Vivió allí hasta los 17 años y asistió al secundario del pueblo.
Estudió la Licenciatura en Lengua y Literatura (Universidad Nacional de Río Cuarto). Fue ayudante alumno en Estética, Literatura Francesa y Filosofía del lenguaje.
En 2016, publicó el libro de poesía Los días del desastre con la editorial Cartografías, cuyos directores son José Di Marco y Pablo Dema.
Al poco tiempo se fue a vivir a Córdoba capital. Terminó el profesorado y da clases en una escuela pública.
Fue seleccionado para la Bienal de Arte Joven del Centro Cultural Recoleta en dos ocasiones (2017 y 2021). De allí salieron las antologías Van llegando (Mansalva) y Tan diversa (Mardulce) en las que participa.
En una feria del libro tuvo la suerte de conocer a Leandro Surce, editor de Kintsugi. Con él aprendió a moldear un libro y crear un concepto a partir de materiales sueltos. Los temas que lo desvelan son las infancias, los límites en la adolescencia, la construcción de una identidad. Publicó en Kintsugi Dos cachorros de sicario (2020).
En 2021 cursó la Diplomatura en Escritura Creativa (UNTREF).
Participó de la Temporada20 de Curadora residencia para artistas en 2022 y trabajó su proyecto Nenes raros con Francisco Bitar.

Proyecto
El proyecto se llama Nenes raros y se compone de una serie de relatos que se afilian con la tradición mumblecore del cine norteamericano. Los personajes, jóvenes y adolescentes, en muchas ocasiones, se encuentran buscándole sentido a su vida y se expresan, lejos de una forma diplomática, superando el límite de lo permitido y lo prohibido en una sociedad en la que los adultos gobiernan. La mayoría de los relatos ocurren en pequeños poblados de Argentina, precisamente en la pampa gringa, pero sin ubicación definida.
Desde un punto de vista técnico, se apela a narraciones en primera persona y mucho diálogo crudo, sin demasiadas intervenciones del narrador o acotaciones. El motivo es el de dejar al lector que construya su punto de vista sobre los sucesos y participantes. También hay narradores en tercera persona que juegan con el estilo indirecto libre, confundiendo su voz con la de los personajes.
Los libros que influyeron en la escritura son: ¿Podrías hacerme el favor de callarte, por favor? de Carver, Bullet Park y Oh, esto es el paraíso de Cheever, Los detectives salvajes de Bolaño, Tres tristes tigres de Guillermo Cabrera Infante, Un corazón simple de Flaubert, 222 patitos y otros cuentos de Federico Falco y la mayoría de los libros de Luciano Lamberti.
Las películas que influenciaron son casi todas las de Raul Perrone, Funny Ha ha de Bujalski, Kenparks de Larry Clark, Kids de Korine, Over the Edge de Kapplan, The Wanderers de Philip Kaufman, Los muchachos del verano de Peter Yates, etc.
Trabaja desde hace tiempo estos temas y este estilo, en su primer libro, Dos cachorros de sicario, un eje temático oscilaba entre niños y adolescentes que buscaban los límites de lo posible. El cuento seleccionado por la Bienal de Arte Joven, Los peludos no se comen, también narra la historia de adolescentes que buscan cómo matar el aburrimiento en un pueblito de provincia. Una abuela le pide al amigo de su nieto que le cace peludos para dejarlos morir en un tacho de 200 litros de YPF, en el medio, ocurren charlas y aventuras de chicos que quieren matar el aburrimiento.
Junto a Francisco Bitar reflexionamos sobre tramas, estructuras, estilo, voces y recursos de los textos que componen el proyecto.

Contacto
nicolasghigonetto@gmail.com
@n1k3l40s1