CURADORA RESIDENCIA

Sol Echevarria / Temporada19

SOL ECHEVARRIA
Temporada19 / 2022, marzo

Bio
Nació en Buenos Aires (Argentina), en 1983.
Escritora, editora y curadora independiente.
Es Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Cursó el Programa de artistas, críticos y curadores del Di Tella y actualmente se encuentra cursando la Maestría en Curaduría en Artes Visuales en la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Sus proyectos giran en torno al cruce entre literatura, ensayo y artes visuales. Fundó y dirigió la revista cultural No Retornable, cuya propuesta fue captar los movimientos del pensamiento y del arte para difundirlos (2005-2015), y también la galería de arte contemporáneo Acéfala, entendida como plataforma de acción para llevar a cabo investigaciones y proyectos artísticos (2015-2020). Actualmente co-dirige el sello editorial Excursiones, dedicado tanto al ensayo latinoamericano contemporáneo como a las artes visuales, y es editora de la sección de arte de la revista cultural Otra Parte. 
Fue ganadora de la convocatoria “Laboratorio Federal” de MuseosBA para llevar a cabo una residencia en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori. Obtuvo la Beca Activar Patrimonio para desarrollar su proyecto “Curaduría intangible” en el Museo Nacional de Bellas Artes y también obtuvo las Becas Creación del Fondo Metropolitano y del Fondo Nacional de las Artes (2021). Entre sus proyectos curatoriales se destacan “Bienal fantasma” en la UTDT (2021) y “La cartografía y otras narrativas abiertas” PROA21 (2018-2019).
Vive y trabaja en Buenos Aires.

Proyecto
“Un río para volver a casa”
Durante la residencia me propuse terminar un texto de no ficción híbrido entre crónica, ensayo y prosa poética que había comenzado el año anterior bajo la forma de ejercicios reflexivos o intentos de aproximación de la escritura a la obra de arte y aquello que habita por fuera del lenguaje. Desde el comienzo, la figura del río me permitió articular y poner en movimiento mi historia personal y la de mis antepasados, en particular la de mi abuela nacida a orillas del San Javier. Por eso, dada su cercanía al río y el pueblo, el espacio de Curadora era la oportunidad perfecta para seguir desarrollando este proyecto de escritura.
En la investigación que desarrollé a lo largo de las semanas que estuve en la residencia hice foco en dos libros. Por un lado, las crónicas del jesuita Florian Paucke, quien describe e ilustra su viaje y estancia en la comunidad mocoví de la reducción santafesina de San Javier en los años 1749-1767.  Por otro, las crónicas de William Perkins de 1866, escritas durante el viaje exploratorio que hizo en forma de caravana por la costa del Paraná junto con inmigrantes ingleses y norteamericanos, dentro de los cuales aparece mencionado mi tátara abuelo. Casi al final de mi estadía viajé a San Javier y visité la colonia California persiguiendo rastros de esta historia. Como suele ocurrir con el pasado, eran pocas las cosas que quedaban en pie y, tal vez por eso, los relatos que pude obtener fueron orales e imprecisos. De todos modos, gracias a esa experiencia, conseguí hilvanar los fragmentos ya escritos a través de una crónica de viaje que oscila entre la memoria y el olvido.
Además de sumergirme en mis lecturas y en las ruinas del pasado, pude explorar los alrededores, la materialidad de la naturaleza, el marco sonoro y los movimientos de la corriente guiada por la fantasía de escribir como quien pinta un cuadro, dejándome llevar por la textura y el color. En ese intento imposible por capturar con palabras lo que no tiene forma viajé, recolecté agua, piedras, archivos y fotografías.

Contacto
notedejesllevar@gmail.com
@sol_echevarria_





Maia Gattás Vargas / Temporada18

MAIA GATTÁS VARGAS
Temporada18 / 2021, noviembre

Bio
Nació en Buenos Aires (Argentina), en 1986.
Doctora en Artes. Línea de formación en Arte Contemporáneo Latinoamericano (UNLP).
Se graduó como Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA).
Es artista visual/audiovisual e investigadora en Artes. Trabaja como becaria doctoral CONICET en el instituto IIDyPCA, Bariloche, investigando la construcción del paisaje de la región del lago Nahuel Huapi en el arte contemporáneo.
Co-organiza la residencia Laboratorio isla Victoria: Arte/Ciencia/Naturaleza en Isla Victoria del lago Nahuel Huapi (2019, 2020 y 2021).
En 2019 fue becada para cursar el Programa de cine de la Universidad Di Tella.
Participó de varias residencias, entre ellas: Casa Tres Patios, Medellín, Colombia, 2021; Barda Confluencias Residencia y Laboratorio de arte ríonegrino, 2020; Residencia virtual Rumor en Cordillera galería, Chile, 2020; Residencia Federal Panal 361-CFI. Buenos Aires, 2018.
Ha obtenido los premios: Bienal de Arte Joven de Buenos Aires, 2019, para viajar a la Residencia artística Casa Tres Patios. Beca de Creación Grupal del Fondo Nacional de las Artes, 2019. Becar Cultura del Ministerio de Cultura de la Nación, para asistir al IV Encuentro Iberoamericano de Trabajo, Arte y Economía en la galería Arte Actual de FLACSO, Quito, Ecuador. 2016.
Se encuentra editando su primer libro Diario de exploración al territorio del color.
Vive y trabaja entre Bariloche y Buenos Aires.

Proyecto
Durante mi estadía en Curadora residencia continué el proyecto que vengo desarrollando a lo largo de este año, Diario de exploración al territorio del color. Suelo trabajar con proyectos de largo plazo que contemplan distintas instancias, formas de abordaje y piezas artísticas. Este consiste en una investigación artística que hasta el momento tiene tres obras en desarrollo: un video de 20 min, un libro de artista que será editado por la editorial Astra y un móvil cromático, o escultura colgante. Estas tres piezas están interrelacionadas pero considero que también pueden funcionar por separado. El video parte de la discusión científica entre Goethe y Newton en torno a la percepción de los colores, esto funciona como disparador de un viaje exploratorio y experimental sobre los colores en el campo del arte y la ciencia que atraviesa distintos testimonios: un arqueólogo, un botánico, una microbióloga y un artista cuentan sobre su relación con los colores en sus disciplinas de trabajo y en sus vidas. El libro consiste en un diario de viaje a la residencia Casa Tres Patios en Medellín, Colombia, en medio de la pandemia y del levantamiento que aconteció entre fines de abril y mayo de 2021. El diario narra en paralelo la investigación sobre las teorías del color, un mapeo de algunos artistas colombianxs y las vicisitudes del viaje en un contexto conflictivo.
Los días de mi estancia de Curadora residencia trabajé en el piso superior del taller Haiku donde me dediqué a construir un prototipo del móvil colgante, de 1,20 X 1 metros cuya estructura fue realizada con alambre de gallinero y madera gracias a la ayuda de Maxi Peralta. Desde esa estructura fui cociendo distintos tipos de papeles colgantes de diversas texturas y niveles de transparencia, los cuales fueron ordenados cromáticamente, tomando como referencia el círculo cromático de Goethe. También fueron parte de este dispositivo óptico elementos naturales de la región (hojas, flores, ramas, etc.). Esto se vincula a una entrevista que realicé con un Camilo Sánchez, un botánico que trabaja en el herbario Jaum -cuyo testimonio  aparece en la pieza de video- donde menciona cómo las plantas, al secarse, van perdiendo su color original y quedan de un color amarronado. Me interesaba poner a prueba esta idea y ver la transformación de los colores a lo largo de los días. Por último coloqué elementos reflectantes como vidrios y acetatos con la intención de que generen distintas luces y proyecciones de color según los cambios lumínicos y climáticos. Me interesa pensar la relatividad y subjetividad de la percepción de los colores según su contexto y explorar el concepto de “ilusiones ópticas», la posibilidad de error o “engaño” de los sentidos.

Contacto
fotovintage@gmail.com
www.cargocollective.com/maiagattasvargas
@maiagattásvargas

Ana Won / Temporada18

ANA WON
Temporada18 / 2021, noviembre

Bio
Nació en San Miguel de Tucumán (Argentina), en 1989.
Se formó con diferentes docentes como Carlos Huffman, Diego Bianchi, Valentina Liernur, Mónica Girón, Verónica Gómez, Eduardo Stupía, Eduardo Basualdo, Raúl Flores, Sandro Pereira, entre otros.
Cursó fotografía artística y técnica en la U.N.T. Realizó diferentes clínicas e instancias de formación en Yungas Arte Contemporáneo. Fondo Nacional de las Artes, análisis y seguimiento en producciones teóricas y prácticas. Rusia Galería, prácticas Contemporáneas. Fondo Nacional de las Artes, ciclo teórico en Artes Visuales. Universidad Torcuato Di Tella, programa para Artistas. Residencia URRA.
Utiliza e investiga el lenguaje abstracto. Realizó Exposiciones individuales destacando: “Adentro no hay más que una morada” (Museo Moderno de Buenos Aires, 2021) “Cantos y Alaridos” (Galería Constitución, CABA, 2021) “Episodios de la pintura” (Galería Lateral, Tucumán, 2017) “G3NER∆C1ON 1000ЁNNI4Г” (CABA, 2017) “Esto” (Un club, Tucumán, 2016). Exposiciones grupales destacando: “Mannequin” (FACT, Tucumán, 2019) XXIII PREMIO KLEMM (CABA, 2019) “Faltas Personales” (Di Tella, CABA, 2019) “Cover” (Fundación Tres Pinos, CABA, 2018) “Open Studio” (La Verdi. Invitada por Gabriel Chaile,2018) “Arte Abstracto de Tucumán” (Espacio Cripta, Tucumán, 2017) “Yungas, work in progress” (Centro cultural Eugenio F. Virla de la Universidad Nacional de Tucumán, 2015) “Archipiélago” (Rusia Galería).
Obtuvo becas como Proyecto Impulsar Cultura, 2020. Beca Residencia Urra, 2019. Beca Universidad Torcuato Di Tella, Programa de Artistas, 2018. Fondo Nacional de las Artes, 2017. Beca Yungas arte contemporáneo, 2016. Recibió distinciones en Premio UNNE para las Artes Visuales y XLIV Salón Nacional de Tucumán para el ámbito Nacional Pintura. Sus obras forman parte de diferentes colecciones como Museo Moderno de Buenos Aires y otras colecciones privadas.
Vive y trabaja en Tucumán.

Proyecto
El proyecto que desarrollé en la residencia se centró en las herramientas del pintor. El pincel, la espátula, son herramientas fundamentales en el pintor, me interesa apuntar la mirada a las mismas pensándolas como conductoras, el pincel como un instrumento que comunica el cuerpo del pintor con el cuerpo de la pintura e intentar indagar en sus diferentes posibilidades de forma, de elementos que la componen, de funcionalidad.   En esta residencia de dos semanas, realicé con elementos que encontré en el entorno natural prototipos de pinceles, herramienta de raspado y roce buscando modificar su tamaño, colocándole adornos, hice pinceles con dos puntas, otro largo para pintar de lejos, etc.
Llegue a Curadora casi finalizando un año marcado por los viajes, la rapidez, el dramatismo constante de las turbulencias propias de los dos últimos años en pandemia. Jamás hubiese adivinado que iba a ser no solo un espacio ideal para comenzar la creación de los pinceles, fue también un momento de amistad, contemplación, de hacer pausa, conectar con los demás y vincularme con la naturaleza. Fue una experiencia en donde pude ver mi trabajo como artista desde un lugar más lejano, con más perspectiva.
Durante mi estadía recorrí el entorno, recolecté flores, plumas, semillas, huesos de animales, ramas, específicamente algunas fueron la hoja anaranjada del árbol Sangre Drago, algodón del palo borracho, plantas como la baba del diablo, yuyos, ramas de pino seco, hueso de zorro, ramas del Ibirá pita y del Eucalipto colorado. Por primera vez recorrí un rio en piragua y me metí al agua sin miedo de no tocar suelo, pude ver las diferencias entre las hojas y las cortezas, escuché la bruma de los árboles moviéndose enloquecidos y su oscuridad en la noche.
Me entregué intuitivamente a la creación de las herramientas, las ate con hilo natural, con un pedazo de cuero que encontré tirado, separe y coci los pequeños bultos de elementos q serian la cabeza del pincel y para el soporte pele las ramas con un cuchillo. Los pinceles fueron rápidamente apareciendo cada uno con una particularidad: delicado, elegante, tosco, imponenente, pequeño y tranquilo.
Cada una de mis compañeras de residencia y de lxs gestores de Curadora me trasmitieron algo particular que fue imprimándose en los prototipos de pinceles que desarrolle en la residencia, más adelante cuando haga los definitivos voy a utilizar esa particularidad de cada uno de ellxs y como un espíritu esa energía de esta temporada que pasamos juntos habitara siempre en estas esculturas/pinceles/herramientas.  

Contacto
anabenedek.ab@gmail.com
@_anawon

Marina Montiv / Temporada18

MARINA MONTIV
Temporada18 / 2021, noviembre

Bio
Nació en Rosario (Santa Fe, Argentina), en 1990.
Se formó en la Escuela de Bellas Artes de la UNR, es Profesora y se encuentra finalizando la licenciatura.
Ha participado de instancias de taller y seminarios a cargo de Andrea Ostera, Lucas Di Pascuale, Diego Bianchi, Lila Siegrist, entre otrxs.
Formó parte de SUBescuela (2012-2018), colectivo de gestión e investigación relacionado a la formación de artistas, con el cual recibió becas grupales del Fondo Nacional de las Artes y subsidios de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario para la realización de diversos proyectos. Realizó intervenciones y participó en muestras colectivas en el Centro de Expresiones Contemporáneas, en el Museo de Arte Contemporáneo y en el Centro Cultural del Parque de España, entre otros. 
En 2017, participó del Club Internacional Itinerante, con el cual gestionó una residencia en Sao Paulo para desarrollar actividades en conjunto con artistas de dicha ciudad. En 2018, realizó Vigor, su primera auto publicación fotográfica.
Actualmente, forma parte de THIGRA proyecto colectivo de gestión y producción centrado en la formación en performance y participa en la Multisectorial Humedales, desarrollando distintos proyectos en territorio de las islas.
Vive y trabaja en Rosario.

Proyecto
Llegué a Curadora con la idea de indagar las orillas del Ubajay, un río que nace en el Arroyo Leyes y bordea al pueblo de San José del Rincón. Me interesaba recorrer los accesos públicos o privados, la costa del pueblo y la del otro lado del río, así como los diálogos posibles entre su geografía y quienes frecuentan sus costas.
El primer acercamiento fue por tierra. Caminé hacia una de las bajadas públicas cercanas, la que está al comienzo del callejón Montenegro. Calle de arena, borde de monte ordenado en línea para el camino, casas habitadas, deshabitadas, campos de frutillas, trabajadores de la tierra cosechando al sol de diciembre, 4×4 aceleradas que frenan un poco al pasar.
Llegué al río.
Anotación: 54 metros (o pasos largos) de acceso abierto. A la izquierda, un cerco de postes cementados, cañas y alambre de púas, un muelle, una casa de dos pisos, césped impoluto. A la derecha, un cerco de troncos un poco caído, alambre de púas. Del otro lado, un chancho se refresca en el barro de la orilla. Cruzando el río, el bote de la familia que vive al comienzo del callejón.
Caminé buscando los senderos escondidos, abiertos y marcados por animales o personas que buscan las aguas marrones. Desde el mismo callejón, seguí las callecitas arenadas de San José del Rincón hacia Arroyo Leyes. Intenté bordear el Ubajay lo más que pude por tierra, esquivé carteles ‘Prohibido pasar’ y registré este recorrido con GPS, fotos y videos.
También navegué en kayak, haciendo el mismo recorrido que por tierra pero bordeando la orilla desde el cauce manso. Barranca, barranca, piedra, bolsa, piedra, barranca, camalotes, carrizos, carrizos, alambre, barranca, alambre, escombro, piedra, piedra, escombro, alambre, carrizos, cubiertas de auto. Pude ver a lo que no llegué por sendero: los barrios privados van tomando las zonas altas, libres de bañados naturales.
Observé y registré algunos meandros, los movimientos de las tapias de camalotes que bajaban por la corriente, me dejé arrastrar por los remolinos que hacían girar y derivar el kayak en el serpenteo del cauce, bajé a recorrer los senderos abiertos entre los montes de Timbó, Laureles de río y Sangre de Drago. 
Estos y otros recorridos, junto con lecturas a las que pude dedicarme a lo largo de la residencia en Curadora, me llevaron a reflexionar sobre la definición de los senderos, el trazado físico de esas líneas que unen puntos distanciados por las lógicas privatistas históricas que erigen a los pueblos y ciudades.
¿Serán los senderos la expresión de deseo de volver a acercarnos a los ríos?
¿Cuántos pasos son necesarios para abrir un sendero?
¿Durante cuánto tiempo?
Este fue el acercamiento a una geografía similar a la que habito, como primer ensayo para pensar las distancias al río y las islas que van marcando los modos de vinculación al territorio que habitamos.
Si las personas fuimos alejándonos de los ríos y las islas, tal vez no sea porque queramos estar lejos del agua y el barro.

Contacto
marina.montiv00@gmail.com
www.marina-montiv.tumblr.com/
@marina.montiv

Fátima Pecci Carou / Temporada18

FATIMA PECCI CAROU
Temporada18 / 2021, noviembre

Bio
Nació en Buenos Aires (Argentina), en 1984.
Licenciada en Artes Visuales (Universidad Museo Social Argentino)  y estudiante de Historia del Arte (UBA).
En 2015 fue becada en el Centro de Investigaciones Artísticas (CIA).
Complementó su formación en las clínicas de obra ABE-ELE (Javier Villa y Carla Barbero, 2020) y Ana Gallardo (2013-2015)
En 2019 fue nominada a las becas Cisneros Fontanals Art Foundation (CIFO)- Grants & Commis
En 2020 fue invitada a la 12a Bienal de Mercosul en PortoAlegre (curaduría Andrea Giunta). 
Ha obtenido el Premio en Obra – Barrio Joven (ArteBA, Galeria Piedras 2018) y el 1er. Premio Adquisición en Salón Nacional de Pintura de Reconquista (Santa Fe, 2019)
Exhibiciones destacadas: Banderas y banderines: Evita  (Museo Evita, curaduría E. Grinstein, 2021); Las otras en los pliegues de la historia (Galería Piedras, 2019); Mis documentos de Lola Arias (CC Recoleta, 2018); Kanzashi o adornos en el pelo (MUMU, Córdoba, 2018); Lo real en la fantasía (CC San Martín, 2017); Algún día saldré de aquí (CC España en Rosario, 2016); Una Historia de la Imaginación en Argentina (Museo de Arte Moderno, 2019). 
Editó su libro Femininjas (Ronda editorial, 2019).
Es parte de la Asamblea de Trabajadoras del Arte Nosotras Proponemos y participa en agrupaciones políticas y de activismo artístico.
Vive y trabaja en Buenos Aires.

Proyecto
Durante mi estadía en Curadora-Residencia para artistas he explorado el re-encuentro instintivo con la pintura, la materia, el entorno natural y cultural, acompañada por los fructíferos intercambios dados en la convivencia.
Luego de haber atravesado una difícil situación personal a mediados de año, en la que mi obra se vio juzgada públicamente en redes sociales y expuesta a acusaciones de plagio, el vínculo con mi obra se vio afectado, lo que me llevó a un repliegue interno y a una profundización sobre mi propia práctica. He recibido críticas y hostigamiento digital por parte de un público exógeno al arte contemporáneo, pero en simultáneo un fuerte apoyo de la comunidad artística. Estas lecturas diferenciadas entre el adentro y el afuera del arte, me han llevado a reflexionar sobre el refugio que representa la comunidad del arte y la propia obra como lugar de fantasía y  lenguaje de mediación con el mundo.
Durante el transcurrir en la residencia, he pensado en cómo las nociones de originalidad e inspiración innata en la creación son imaginarios muy presentes en el público a la hora de juzgar la calidad una obra de arte. Sin embargo, las apropiaciones, influencias, citas y resignificaciones de imágenes constituyen la base de la historia del arte y la cultura, siendo la intención o el gesto lo que caracteriza al arte contemporáneo. Mi primer acercamiento a la pintura y al dibujo ha sido a partir de los dibujos animados que veía en la televisión (en su mayoría, sagas de animé) y como estudiante he aprendido técnicas y estilos mediante la imitación, repetición y copia de obras que veía en reproducciones de revistas, libros y películas. Gran parte de mi obra pictórica se formula desde la relocalización y recombinación de imágenes extraídas de internet, archivos, noticias y documentos de mi propia vida. De alguna manera en ese proceso la pintura me permite entender el entorno y el mundo que me rodea, des-enajenarlo y hacerlo propio.
En Curadora he producido pinturas vinculadas al entorno: retratos de mis compañeras, impresiones pictóricas del entorno natural y copias de obras vistas en el museo Rosa Galisteo. Luego las articulé con la instalación “Las formas vernáculas” de Maximiliano Peralta Rodríguez, un refugio construido de ramas y troncos, con el objetivo de evidenciar la idea de la pintura como espacio de resguardo y autoafirmación.

Contacto
www.fatimapeccicarou.com

Carolina Andreetti / Temporada17

CAROLINA ANDREETTI
Temporada17 / 2021, septiembre

Bio
Nació en Avellaneda (Buenos Aires, Argentina), en 1969.
Es Licenciada en Artes Visuales (UNA).
En su práctica artística se interesa en dinámicas relacionales con la comunidad. Aborda experiencias, investigación y activaciones en el espacio público de Buenos Aires.
Sus proyectos se vinculan con la memoria comunitaria,  territorios fluviales, cartografías y archivos. Trabaja con video, performance, experiencias sonoras y audiovisuales en tiempo real.
Desarrolla su trabajo en forma individual y en diversos proyectos colectivos independientes como artista y gestora.
Es miembro de Expediciones a Puerto Piojo, Colectivo Ribereño, Circuito CINICO, Departamento Único y CAJA. Laboratorio Móvil.
Exhibiciones recientes en: Bienal SUR Museo Caraffa, MBA – MAC Bahía Blanca, Fundación Proa. Espacio Contemporáneo, EAC Montevideo, Uruguay.  Su obra integra la colección de Museo Castagnino+Macro, Rosario y Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Ex ESMA. BS. As. Argentina.
Participó en la Residencia Isla Invisible, Estuario de Bahía Blanca, Museo Taller FerroWhite  (2019). En 2020 fue seleccionada para participar en el Festival de Estéticas Expandidas en la Universidad de Nariño, Colombia.
Vive y trabaja en Buenos Aires.

Proyecto
Desde hace varios años mis proyectos rondan alrededor del agua. Particularmente de los ríos y orillas en la ciudad de Buenos Aires. Me interesan las formas posibles de habitar los paisajes fluviales y los modos de transitarlos.
Para la residencia Curadora, propuse adentrarme en el paisaje litoral de Rincón, desde la exploración visual y sonora. Caminar, escuchar, estar ahí y esperar a que el lugar muestre sus señales.
Durante varios días, visité el río Ubajay en distintos horarios y en cada encuentro algo se iba develando.
Las consecuencias de la bajante histórica en el río Paraná dejaba al descubierto el cauce del río. Los camalotes se acumulaban, bloqueando la circulación del agua y la corriente se movía en espiral. Dos botes estaban amarrados en la orilla de acá. Uno de ellos, se llamaba el “Perla Negra». Otro bote más pequeño, en la orilla de enfrente, esperaba el regreso de la isla. Desde ahí llegaban sonidos de cencerros.
Ví una familia pescando sentada en una ronda de sillitas playeras con sus cañas clavadas en la tierra esperando el pique. Un chancho muy rosado retozaba al sol del otro lado del alambrado que dividía la orilla.
Tras algunas visitas a la bajada del callejón Montenegro, puede ver cómo los botes amarrados eran usados para ir y venir a la isla de enfrente. Me acerqué a una de las casas cercanas y les pedí prestado un bote. La familia Ríos accedió.
Entonces, me propuse replicar el cruce del Ubajay como una forma de transitar este territorio fluvial. En esta zona, se utiliza un remo largo con un paleta al final. De pié y desde atrás se dirige el bote. Algo que a primera vista parecía tan fácil, distaba mucho de serlo en la acción.
El primer cruce lo hicimos con la colaboración fundamental de Manuel Coll, compañero de la residencia. Los camalotes nos llevaban para donde iban, la corriente espiralada nos hacía girar en círculos. Inventamos métodos de remo sincronizado y nuestro bote se enredó sucesivamente en enjambres de camalotes. Pero cruzamos, una y varias veces de una orilla a la otra.
Volví reiteradas  veces al Ubajay buscando registros de su vida acuática. Sumergí la cámara en el agua que flotó con el bote, se hundió y vibró con la corriente.
En esta performance aprendí algo de la fuerza del agua y del equilibrio fugaz y frágil de mantenerse de pie sobre el río. La cámara viajó conmigo y se agitó con mi respiración en cada intento de guiar el bote a la otra orilla.

Contacto
caroandreetti@gmail.com
www.carolinaandreetti.com.ar
ig: @caro.andreetti

Juan Pablo García / Temporada17

JUAN PABLO GARCÍA
Temporada17 / 2021, septiembre

Bio
Nació en Rosario (Santa Fe, Argentina), en 1989.
Estudió Arquitectura y Bellas Artes (UNR). Realizó talleres de Historia del Arte y de Fotografía en la Escuela Municipal de Artes Plásticas Manuel Musto de Rosario.
Recibió la beca MARCA para estudiar Arquitectura en la USFXCH de Sucre, Bolivia (2016); Cursó PAC Foto 2, Becado por Gachi Prieto, Buenos Aires (2019). Participó en el programa Taller Compartido, en CRUDO Arte Contemporáneo, mediante el subsidio ENTRE TODOS (2018) y en PALA, organizado por la galería de arte LAVA, Rafaela (2020).
Seleccionado en Premio Nacional de Artes Visuales Salón Litoral (2021); 1º Exposición Espacio Finnegans (2021); La Fugaz Intervenida, Castagnino MACRO (2020); Primer Salón Nacional Jamaica Posible (2020); 97° Salón Anual Nacional de Santa Fe (2020); 47° Salón de Tucumán para el Ámbito Nacional de Artes Visuales (2019); EMERGENTES_2019, CEC Rosario; 107° Salón Nacional de Artes Visuales Argentina (2018).
En 2019 obtuvo el primer premio en la convocatoria Artistas 2020 organizada por Gabelich Contemporáneo, jurado integrado por Cecilia Lenardón, Orly Benzacar, Joaquín Barrera, Carlos Stía.
Integra el Colectivo FUGA, junto a les artistas David Santarelli, Luján Gonzalez y Marco Zampieron; con el cual fueron seleccionades en la Bienal Nacional de Rafaela (2021); Plan Fomento (2020); Convocatoria Nacional II Quincena del Arte Rosario (2019).
Vive y trabaja en Rosario.

Proyecto
Proyecto CABIN 150M
Introducir fotografiar y expulsar
¿Qué hacemos con las imágenes?
¿Qué hacen las imágenes con nosotres? 
Las imágenes no tienen significado, no afirman nada.
¿Cómo usar las imágenes desprendidas del lenguaje?
Llegué a CURADORA con un proyector de diapositivas y una valija con 2083 diapositivas encontradas. Volví de CURADORA con la misma valija, las 2083 diapositivas encontradas, y la suma de 2083 fotografías digitales (equivalentes a 38,85 Gigabyte en mi disco externo).
Con la idea de experimentar en relación a “la imagen”, la apropiación y el archivo, comencé esta experiencia bajo la premisa de proyectar el total de las diapositivas, haciendo un registro fotográfico de cada una de las proyecciones.
Me interesa la posibilidad de apropiarme de las imágenes que se proyectan de estas diapositivas para luego confrontarlas y ponerlas en diálogo con algunos de mis trabajos fotográficos previos.
Durante la noche proyectaba y fotografiaba lo proyectado. Durante la mañana editaba las fotos que había tomado la noche anterior. Esta fue la única rutina estricta que me propuse cumplir durante los 15 días de residencia. Por momentos acompañado, pero generalmente en soledad (producto de la necesidad de oscuridad total) proyectaba entre 150 y 200 diapositivas por noche, según el cansancio y/o entusiasmo que tenía.

Metodología:
Ubicar el proyector Cabin 150M sobre la mesa apuntando a la única pared blanca en el taller.
Montar el trípode sobre la mesa lo más cerca posible al proyector y acoplar la cámara fotográfica sobre el mismo.
Encender el equipo, proyectando luz hacia la pared.
Introducir una diapositiva en el proyector.
Fotografiar el plano de luz con la imagen proyectada de la diapositiva.
Presionar el botón para expulsar la diapositiva.
Repetir la acción de Introducir, fotografiar y expulsar, con cada una de las diapositivas.
A pesar de no tener conocimiento ni algún sentido de pertenencia sobre el “contenido” de las diapositivas, me encontré con que hay algo intrínseco en este formato por lo que me resultó muy difícil la tarea de desprenderlas de su lenguaje. La práctica casi mecánica de introducir, fotografiar y expulsar cada diapositiva proyectada, a lo largo de todas las noches durante las dos semanas de residencia; sumado al cansancio físico de las largas (pero esperanzadoras) sobremesas de tertulias compartidas con les anfitriones y residentes, me ayudó a concentrarme solo en ese preciso acto de fotografiar de forma rápida e intuitiva, componiendo cada imagen al introducirlas en el proyector, y no dejarme llevar por el poder de las antiguas diapositivas y sus seductores paisajes turísticos.

Contacto
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ig: @jpg089

Sol Quirincich / Temporada17

SOL QUIRINCICH
Temporada17 / 2021, septiembre

Bio
Nació en Villa Constitución (Santa Fe, Argentina), en 1992.
Se formó en la Escuela de Bellas Artes de la UNR, es Licenciada y Profesora.
Es artista y se desempeña como docente en instituciones y de manera independiente. Actualmente se encuentra preparando una adscripción para la cátedra Laboratorio I. Ha realizado varias clínicas de obra, de las más significativas para su carrera con Lila Siegrist (2014) y Georgina Ricci (2020-21).
Participó de varias residencias CURADORA (San José del Rincón, 2021), CHAPACHAPA (Mar del Plata, 2019), MANTA (San Martin se los Andes, 2018), EL PASAJE (Tucumán, 2016), RESIMÓVIL (Crudo-Tucumán, 2016).
En 2017 mientras hacía una pasantía en el Museo de Cs. Naturales Dr. Ángel Gallardo con algunxs compañerxs creó una residencia para artistas de todo el país en Rosario.
En 2021 fue seleccionada para la 12ª. Edición Premio Itaú de Artes Visuales. En 2021/20 recibió los apoyos Sostener/Fortalecer cultura del FNA. Recibió una Beca de Creación del FNA (2018) y la Beca Entre Todos de la Municipalidad de Rosario (2019). Recibió la distinción “Mejor promedio” en la carrera de Profesorado en Bellas Artes de la UNR (2016). Fue seleccionada en el LXIX Salón Nacional de Rosario del Museo Castagnino-Macro (2015).
Vive y trabaja en Rosario.

Proyecto
Llegué a CURADORA con un proyecto que ya venía desarrollando desde el 2020, en el que proponía la elaboración de emblemas inspirados en frases e imágenes de artistas cercanxs.
Con la intención de alimentar ese patrimonio me encontré con otrxs. Quería conocer artistas propios de la región que cada une encuentre valioso. Me interesaba pensar juntxs qué significa ser artistas, indagar acerca de sus referentes, su carrera.
Tomé mi cuaderno y conversé con Maxi y Cintia, con lxs Barrio sin Plaza, con las Fuga, con Nico Bassi, con Fer Aquere. Todos encuentros muy preciosos, incluidas las charlas con mis compañerxs de residencia (Juan, Manuel, Caro). Un día vino Lía de visita y me alegró verla. Toti dijo que al final “lxs artistas somxs de lxs artistas” y me quedé pensando…
Me estuve moviendo entre Rincón y Santa Fe. Mi propuesta para devolver a la comunidad me entusiasmó mucho. Pasé varios días conversando con artistas y otros visitando el museo Rosa Galisteo. Algo de ese movimiento me remitió al que tengo entre Baigorria y Rosario.
Ese aire, ese tiempo suspendido.
Me imaginé esa activación como un poema que se desplegaba.
La experiencia transforma, supera la imaginación. Entré a un museo colmado de obra al que hacía mucho que no iba. Lo sentí mucho más inmenso de lo que recordaba.
Mirar obra fue encontrar pistas, preguntar por lxs artistas de la tradición rosarina, encontrar piezas de artistas jóvenes que fueron reconocidas en lxs últimos años. Ver obra de Maxi y Fer. Descubrir que una pieza de Musto se miraba con una de Schiavoni. En esa misma habitación un Grela que se llamaba compañeros. Una firma de Josefa D. y Clucellas escrita en pequeñas piedras. Un Mele llamado “Misterio que crece”. Un Supisiche de cielo amplio y colores quebrados. En un hueco un César F. Navarro. La obra de Emilia que tanto esperaba ver y se había ido a pasear a otra expo. Ese vacío. Ella.
Mis libros.
Pensé que me iba a ir sin verla, pero en la reserva escondida estaba la pintura de Ouvrard, mi favorito.
Descubrí un Torres García muy chiquito y pensé en Grela y en su amor por él. Sentí que el arte hablaba de los lazos que cruzan fronteras y años. Logré reconocer un López Claro.
Abrazada a los libros que acompañaron mi formación recorrimos el museo, fuimos a casi todas las salas. Nos asomamos a algunas imágenes y descubrimos algunos secretos entre poemas y versos. Estar en CURADORA fue conocer las formas, expandir horizontes. Me volví con ganas de seguir trabajando, toda esta experiencia fue el germen de algo que aún no sé definir, pero que me mueve el corazón.

Contacto
solquirincich@gmail.com
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Manuel Coll / Temporada17

MANUEL COLL
Temporada17 / 2021, septiembre

Bio
Nació en Córdoba (Argentina), en 1980.
Estudió Arte en la Universidad Nacional de Córdoba, y Diseño y Música de manera independiente. Participa además de  talleres, seminarios y cursos en torno al arte contemporáneo con Aníbal Buede, Lucas Di Pascuale, Carlos Trilnick, Rodrigo Alonso y Ana Gallardo.
Participó como gestor, curador y artista en diversas muestras y residencias.
Algunos recorridos: Jurado del Premio Bancor (2021), Artista residente en la Temporada17 de Curadora (2021),  Un  muro como ventana – proyecto pop up de la galería The white lodge (2020), Deslinde – muestra individual en la galería The White Lodge (2019), La Marca Original – muestra colectiva en el CCK (2019),1° y 2° Premio Bancor (2018/16), Mención especial del jurado Salón de Pintura UNNE (2017), Mención Salón Nacional Palais de Glace (2006).
Vive y trabaja en Córdoba.

Proyecto
A través del humo fue el proyecto que me propuse para mi estadía en Curadora. Consistió en realizar perfumes con la idea de poder captar el entorno  de otra manera que no fuese la pintura, u objetos, o fotos. Poder experimentar con algo tan cotidiano y tan complejo a la vez.
Como un laboratorio de niño científico cargue mis valijas de frasquitos de muchos tamaños, de tijeras y botellas de alcohol. Al investigar un poco sobre la elaboración de perfumes supe que lo que iba a realizar era solo una aproximación  y que claramente tendría un resultado incierto y quizás precario. Así fue, la primera semana pasé por un resfriado que irónicamente acentuó el sentido inhibido, en cierta forma el fracaso y la sorpresa de advertir como el aroma de las cosas y nuestra percepción son fugaces e inestables trajo a esta búsqueda ingenua una gran cantidad de preguntas sobre los procesos de obra, las formas del arte, su circulación,  etc, que compartimos en  charlas con les compañeres de residencia.
Aprendí sobre plantas, pude reconocer un farolito japonés en un dibujo de un cuento de mi hija, y el boldo brasilero  o rastrero en el jardín de una vecina.
Cuando paso por una canchita de futbol 5 se siente el olor a alcanfor que se usa para aliviar las lesiones y recuerdo el rincón de curadora donde hay un árbol de alcanfor,   supongo que al volver a curadora y oler el árbol recordaré la cancha de futbol.

Contacto
manuelcoll@gmail.com
www.manuelcoll.com
ig: @manuel.coll_


Tania Solomonoff / Temporada16

TANIA SOLOMONOFF
Temporada16 / 2019, septiembre



Bio
Artista escénica interdisciplinaria en danza, performance y artes visuales. Se centra en la investigación corporal y estética en torno al cruce de disciplinas y procesos de creación, identidad y transculturalidad, prácticas somáticas y memoria colectiva. Su obra se desarrolla en formatos escénicos, performance e instalación. Formación en danza contemporánea, teatro, técnicas somáticas y psico-corporales en México, Italia y Canadá. Colabora con el Museo Sogn og Fjordane Kunstmuseum (Førde, Noruega), FLUCTU L’Escaut Architecture (Bruselas), Galería 80M2 LIVIA BENAVIDES (Lima, Perú), Plataforma de Artes Vivas (Colombia, Bogotá), Malta Festival (Poznan, Polonia), el Festival de Danza “Dance ga mitai!” (Japón);  Centro Hipermediático Experimental Latinoamericano y Curadora (Argentina). Como pedagoga enseña en museos, centros culturales, compañías y escuelas de arte en México, Argentina y EEUU.  Becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Iberescena y Prince Clause. Es parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte SNCA (2019-2021).

Proyecto
Umbral o las sutiles referencias es el resultado de una estancia sostenida entre la casa-espacio de Curadora y el afuera. Las actividades cotidianas se basaron en observar el entorno, su escala, su vibración, su impacto en el simple hecho de estar. Me propuse hacer derivas por el jardín y el bosque, meditaciones activas, apareció el tiempo para dibujar y charlar, ir al río y dejarme andar con los perros y los gatos. Utilicé el cuerpo para permanecer allí, tirarme al pasto y darme cuenta paulatinamente que eran el Sol y la vida salvaje -ya casi queda poco de lo nativo- los que se comunicaban. Me di cuenta que sólo de eso se trataría la estancia: entrar en comunicación con el lugar. Aparecieron muchas señales, se generaron registros diversos, el tiempo cambió, convivimos algunas pocas personas de la casa. Los animales, las plantas, el agua y la tierra nos ofrecieron el abrazo del sitio. Al final se llevó a cabo un performance que consistió en recorrer juntos y juntas el bosque atestiguando.

Contacto
tania.solomonoff@gmail.com
www.taniasolomonoff.work